Comprar una moto usada puede ser una buena opción por varias razones. No obstante debes tomar algunas precauciones a la hora de hacerlo. Desconfía de los chollos, no suelen existir. Revisa el estado general de la moto, hay cosas importantes como ruidos de motor o cambio o problemas en la dirección y hay cosas que te servirán para negociar el precio (el estado de los neumáticos, el nivel de líquido de frenos, faros o bombillas), pero que no representan un obstáculo si la moto merece la pena.